El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado la toma jihadista de Siria como un “día histórico en el Medio Oriente”. En sus declaraciones, también afirmó que la caída del gobierno de Bashar Assad fue un “resultado directo” de la campaña militar de Israel contra Hezbollah e Irán.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también se atribuye el mérito por el colapso del régimen en Damasco.
Desarrollo de los acontecimientos en Siria
Las fuerzas anti-gubernamentales, que incluyen a los jihadistas de Hayat Tahrir-al-Sham (HTS) y a los militantes del Ejército Libre Sirio armados por Estados Unidos, asaltaron Damasco el sábado pasado. Mientras tanto, el ejército sirio se retiró y Assad, según el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, abandonó el país hacia un destino desconocido. Abu Mohammed al-Jolani, líder de HTS y excomandante de Al-Qaeda, proclamó victoria en una declaración televisada el domingo, afirmando que “el futuro es nuestro”.
En una visita a la frontera entre Israel y Siria, Netanyahu celebró la toma radical islamista de Siria. “Este es un día histórico en la historia del Medio Oriente”, expresó en un video. “El régimen de Assad es un vínculo central en el eje del mal iraní: este régimen ha caído”.
Repercusiones regionales y declaraciones oficiales
Netanyahu continuó argumentando que esta situación es un “resultado directo” de las acciones que Israel ha llevado a cabo contra Irán y Hezbollah, quienes son los principales apoyos del régimen de Assad. Según él, los ataques israelíes a Irán y la campaña militar contra Hezbollah en Líbano limitaron su capacidad para reforzar las tropas de Assad ante el avance terrorista.
“Esto ha creado una reacción en cadena en todo el Medio Oriente entre aquellos que desean liberarse de este régimen opresor y tiránico”, añadió Netanyahu.
Las fuerzas HTS lanzaron una ofensiva sorpresiva contra el ejército sirio en las provincias norteñas de Idlib y Aleppo a finales del mes pasado, apoderándose rápidamente de varias ciudades clave en dirección sur hacia Damasco. Desde un principio, el gobierno de Assad sostuvo que las filas jihadistas estaban compuestas por numerosos combatientes extranjeros, mientras que el Ministerio ruso afirmó que los terroristas habían recibido entrenamiento por parte de inteligencia militar ucraniana.
Relaciones con Occidente y posicionamiento estratégico
Aunque no está claro si al-Jolani coordinó su ataque con Estados Unidos e Israel antes del asalto, James Jeffrey, exrepresentante especial estadounidense para la participación en Siria, describió a HTS en 2021 como “un activo” para Washington. Por su parte, Jolani ha insistido en que su lucha no es contra Occidente, sino contra Assad e Irán.
“Amamos a Israel y nunca hemos sido sus enemigos”, declaró un combatiente jihadista desde Idlib a la cadena Kan de Israel la semana pasada. [Israel] no es hostil hacia quienes no son hostiles con él. No te odiamos; te amamos mucho”, agregó el militante.
Aprovechando la caída del régimen de Assad, Israel ha movido tropas hacia una región de los Altos del Golán que había servido como zona tampón entre ambos países desde que se firmó el Acuerdo de Separación de Fuerzas en 1974 tras la Guerra del Yom Kipur. En su discurso del domingo, Netanyahu afirmó que estaba actuando "primero y ante todo para proteger nuestra frontera", señalando que dicho acuerdo efectivamente "colapsó" una vez que las tropas sirias "abandonaron sus posiciones".