Investigadores de un grupo internacional han dado a conocer que miles de químicos, presentes en los alimentos durante su procesamiento y envasado, han sido detectados en el cuerpo humano. Esta información fue proporcionada el martes por la Fundación Foro de Envases Alimentarios, una ONG con sede en Zúrich, Suiza.
Se habían identificado alrededor de 14.000 sustancias químicas en contacto con alimentos (FCC, por sus siglas en inglés) que pueden transferirse a estos productos desde envases elaborados con plástico, papel, vidrio y metal. Según los científicos, algunos de estos compuestos también pueden originarse en diversas etapas del proceso de fabricación de alimentos o a partir de ciertos utensilios.
Un reciente estudio publicado en el Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology reveló el hallazgo de 3.601 FFC en muestras de sangre, orina y leche materna. Este descubrimiento representa aproximadamente una cuarta parte de todas las FCC identificadas hasta ahora.
Se identificó una gran cantidad de PFAS, también denominadas sustancias químicas permanentes, junto con bisfenoles, ftalatos, metales y otros compuestos orgánicos volátiles entre los químicos detectados. Según explicaron los especialistas, estas sustancias pueden tener un impacto significativo en la salud. Por ejemplo, informaron que los bisfenoles y ftalatos causan alteraciones en las hormonas.
Sin embargo, se afirmó que existe escasa información sobre los efectos que podrían generar otros compuestos que se adhieren a los alimentos desde los envases, tales como los oligómeros y los antioxidantes sintéticos, que son subproductos derivados de la fabricación del plástico.
Tras llevar a cabo una investigación sobre los FCC en las bases de datos de cinco programas de biomonitoreo, que se dedican a rastrear sustancias químicas en muestras humanas, los expertos alcanzaron estas conclusiones.
El portal MedicalXpress señaló que la cantidad real de FCC en el cuerpo humano podría ser mayor de lo que se mencionó en la investigación reciente, ya que únicamente se analizó un subconjunto de estas sustancias.
Un informe de la organización Environmental Working Group reveló que, desde el año 2000, casi el 99 % de los nuevos FCC han sido aprobados en EE.UU. para su uso en las industrias alimentaria y química. Además, se indica que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. recibió múltiples solicitudes de los fabricantes de alimentos para utilizar estos productos químicos.