El gobierno de Giorgia Meloni, que se identifica como conservador en Italia, ha solicitado a la UE la eliminación de su plan de agenda verde, el cual contempla la prohibición de la venta de nuevos vehículos con motor de combustión para el año 2035.
Desde el Foro Ambrosetti en Cernobbio, Italia, el ministro de energía de Roma, Gilberto Pichetto Fratin, afirmó de manera directa que "la prohibición debe cambiarse", según Bloomberg, durante el fin de semana.
Los planes de Bruselas para prohibir la venta de nuevos vehículos con motor de combustión para 2035 fueron calificados por Pichetto Fratin como "absurdos" y motivados por una "visión ideológica" que prioriza una economía centralmente dirigida, en vez de considerar las realidades existentes en Europa.
Adolfo Urso, el ministro italiano de Desarrollo Económico, compartió un sentimiento similar al señalar los desafíos que enfrenta Volkswagen, el gigante automotriz alemán. Por primera vez en su historia, la empresa está evaluando la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania debido al incremento de los costos energéticos, la caída en la demanda de vehículos eléctricos y la competencia proveniente de China comunista.
"Para evitar que la industria europea se derrumbe, es fundamental obtener claridad en medio de un panorama incierto que impacta a la industria automotriz alemana", afirmó Urso. "Es necesario adoptar una perspectiva pragmática, ya que la visión ideológica ha demostrado ser un fracaso. Debemos reconocerlo".
El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, quien encarna el ala populista del gobierno de coalición liderado por la primera ministra Meloni, anunció que su partido, la Liga, tiene la intención de presentar una propuesta legislativa en el parlamento de Roma. Esta iniciativa busca obligar legalmente al gobierno a derogar la directiva de la UE.