Este miércoles, el portal Space.com informó que la NASA reconoció haber tenido tensiones con los ejecutivos de Boeing durante las negociaciones que llevaron a la decisión de hacer regresar la nave espacial Starliner sin los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams. Estos astronautas han estado varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) durante casi tres meses.
Fuentes mencionadas por New York Post afirmaron que las reuniones donde se discutieron los planes para el regreso de ambos astronautas a la Tierra solían ser tensas, frecuentemente culminando en gritos y disputas.
Un funcionario de la agencia espacial explicó que, a pesar de la convicción de Boeing sobre la idoneidad de la Starliner para transportar a los astronautas de regreso, la NASA no compartía esa opinión. Además, destacó que se llegó a la conclusión de que "la compañía aeroespacial estaba actuando de forma tremendamente irresponsable".
El gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, Steve Stich, al ser consultado sobre la veracidad de esas afirmaciones, comentó que "siempre que se toma una decisión de este tipo, se genera cierta tensión en la sala". Además, mencionó que "Boeing creyó en el modelo que habían creado para intentar predecir la degradación del propulsor durante el resto del vuelo".
El funcionario mencionó, no obstante, que los expertos de la NASA detectaron "algunas limitaciones" al analizar el modelo presentado por la empresa. "Esto tenía que ver con nuestra confianza en los propulsores y en qué medida podíamos anticipar su degradación desde el desacoplamiento hasta el inicio de la órbita", señaló, añadiendo que los especialistas no se sentían a gusto con la propuesta.
Stich destacó que no calificaría la reunión como una serie de gritos y alaridos, enfatizando que fue "una discusión técnica tensa, en la que ambas partes" prestaron "atención a todos los datos".
La agencia espacial estadounidense es la responsable de las decisiones que afectan la seguridad de los astronautas. En este contexto, Dana Weigel, directora del programa de la EEI en la NASA, destacó que dichas decisiones son competencia de la NASA.
Weigel subrayó que los riesgos y la supuesta capacidad del vehículo Starliner están siendo analizados por los especialistas de Boeing, destacando que la compañía "no está en posición" para evaluar los riesgos que la NASA estaba considerando, tales como el regreso de la Starliner con tripulación o la sugerencia de "un plan alternativo".
El 24 de agosto, la agencia espacial comunicó que Wilmore y Williams regresarían a la Tierra en una nave espacial Crew Dragon de SpaceX. Esta decisión se tomó tras realizar una revisión formal que evaluó la seguridad de la Starliner para el retorno de ambos astronautas. Se habían identificado fallos en cinco propulsores del sistema de control de reacción y también se habían encontrado fugas en los colectores de helio del módulo de servicio.