Cuba se echa en brazos de Brasil con la construcción del mayor puerto del Caribe

Situado a 45 kilómetros al oeste de La Habana, el macro-puerto de Mariel y sus instalaciones constituyen el proyecto de mayor envergadura puesto en marcha por Raúl Castro con la ayuda de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

Con una financiación inicial de 800 millones de dólares, y una previsión de otros 300 más, Brasilia se ha lanzado a la construcción del puerto, una terminal de contenedores y un área industrial y comercial con una superficie inicial de 45 km2 que está previsto crezca hasta los 400 km2.

Cuba necesita captar inversiones extranjeras y se ha comprometido solemnemente a dar seguridad jurídica y no expropiar las empresas que se instalen. Es el precio que Rousseffha puesto a Raúl Castro si quiere entrar con buen pie en la economía global de mercado.

La contraprestación cubana a la inversión brasileña se materializa con el envío de 11.000 médicos cubanos para paliar el grave problema de atención sanitaria del gigante latinoamericano con una población de 200 millones de habitantes.

El ambicioso proyecto dotará a la isla del mayor puerto franco del Golfo de México y el Caribe, capaz de albergar los megabarcos Post-Panama de 130.000 toneladas, que van a unir Europa, Estados Unidos y el Sudeste asiático, pasando por el nuevo Canal de Panamá, y en un futuro por el Canal

La gigantesca Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE) que se construye alrededor del puerto se convertirá en una zona franca, libre de la legislación socialista que ha obstaculizado el crecimiento económico de la isla en los últimos cincuenta años. Brasil, además de liderar la construcción con el gigante de ingeniería Odebrecht, ha anunciado el envío de varias decenas de sus empresas punteras.

La terminal de contenedores, inaugurada en enero de 2014, tiene capacidad para mover un millón de unidades anuales y recibir barcos de 200.000 toneladas, el doble de la capacidad del actual puerto de La Habana.La Autoridad Portuaria de Singapur, empresa que mueve 30 millones de contenedores al año en 15 países, se encarga de la gestión de la terminal.

Rusos, chinos, norteamericanos y europeos se interesan ya en el macro-proyecto cubano-brasileño. El presidente de la estatal petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, acaba de pasar revista al plan de desarrollo de Mariel en su viaje a Cuba; también lo ha hecho el Gobernador de Nueva York Andrew Cuomocoincidiendo con el levantamiento del embargo por Washington; y los Secretarios de Comercio francés MatthiasFekl y español Jaime García Legaz.

La Habana afirma que cerca de un centenar de empresas de Brasil, China, España, Francia, Italia, Panamá y Rusia ya han solicitado información sobre la ZEDE. La práctica totalidad del personal son trabajadores cubanos que se han formado en China y Argentina.

En su reciente visita a La Habana, el presidente galo François Hollande se interesó por las facilidades para la instalación de empresas francesas en la ZEDE. El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, aún no ha viajado a la isla para sellar la participación española en este macro proyecto.