Durante más de una década, se llevaron a cabo ensayos de medicamentos por parte de compañías farmacéuticas estadounidenses en colaboración con el ejército chino, según reveló un comité bipartidista de la Cámara de Representantes.
Una carta dirigida al comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Robert Califf, reveló la situación. Los líderes republicanos y demócratas del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino (PCCh) instaron a Califf a que brindara información acerca de los ensayos clínicos para nuevos medicamentos.
En la carta, se mencionó: "Estas actividades de investigación colaborativa plantean serias preocupaciones de que la propiedad intelectual crítica corra el riesgo de ser transferida al [ejército chino] o de ser cooptada en virtud de la Ley de Seguridad Nacional de la República Popular China". Además, se manifestaron dudas acerca de la fiabilidad de los resultados de los ensayos clínicos realizados en China.
Cientos de ensayos clínicos de medicamentos han sido realizados en hospitales y centros médicos de China que están afiliados al Ejército Popular de Liberación (EPL), incluyendo la Universidad Médica de la Fuerza Aérea del EPL y el Hospital General junto con la Escuela de Medicina del EPL, según afirma la carta.
La Academia de Ciencias Médicas Militares del EPL gestiona una de las instituciones, y el Departamento de Comercio ha impuesto restricciones a las empresas estadounidenses para que no compartan tecnología con ella, debido a inquietudes relacionadas con la seguridad nacional.
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