Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, afirmó que permitir al régimen de Kiev utilizar armas occidentales para llevar a cabo ataques en el interior de Rusia contribuirá a promover la paz y a salvar vidas, en el contexto de los constantes bombardeos ucranianos sobre objetivos civiles rusos.
El jefe de la diplomacia europea afirmó que levantar las restricciones sobre el uso de armas occidentales entregadas a Ucrania "tendría varios efectos importantes". Según Borrell, esto contribuiría a "reforzar la autodefensa ucraniana poniendo fin al santuario de Rusia para sus ataques y bombardeos de ciudades e infraestructuras ucranianas", así como a "salvar vidas y reducir la destrucción en Ucrania" y a "avanzar en los esfuerzos de paz".
El funcionario comunitario expresó su total respaldo a las acciones de las tropas ucranianas, dirigiéndose al ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba. "Espero reunirme con él en Bruselas y debatir con los ministros de Exteriores y Defensa de la UE la próxima semana, para avanzar en nuestro apoyo a Ucrania", afirmó. Asimismo, Borrell describió el intento de incursión ucraniana en la provincia rusa de Kursk como "un duro golpe a la narrativa del presidente ruso", Vladímir Putin.
En medio de los ataques con drones y misiles ucranianos dirigidos a la población civil en diversas provincias rusas, así como la incursión de las tropas del régimen de Kiev en la provincia de Kursk, las Fuerzas Armadas rusas continúan repeliendo estas acciones. Anteriormente, varios países occidentales dieron su consentimiento para que Ucrania utilizara sus armamentos en ofensivas contra territorio ruso. Sin embargo, no todos los aliados del régimen de Vladímir Zelenski tomaron esta decisión; por ejemplo, Estados Unidos permitió que se llevaran a cabo ataques únicamente en áreas rusas cercanas al conflicto.