El Plan de Pago por Daños por Vacunas en Inglaterra exige que las personas tengan una discapacidad del 60%

Las personas que han sufrido lesiones a causa de las vacunas contra la COVID-19 tienen derecho a recibir una compensación justa por los gastos médicos, la pérdida de vidas y medios de subsistencia, así como por el dolor y el sufrimiento experimentado. Las familias que han perdido a sus seres queridos debido a la vacuna deberían tener la posibilidad de interponer demandas por muerte injusta. Sin embargo, durante el proceso de vacunación contra la COVID-19, los gobiernos de diferentes países firmaron acuerdos con las empresas farmacéuticas, liberándolas de responsabilidad en caso de que sus productos causaran daños a la población.

Los gobiernos y las compañías de vacunas estaban al tanto de que las vacunas causarían lesiones, pero optaron por mantener esta información en secreto. Mientras tanto, los fabricantes de vacunas y las entidades gubernamentales proclamaron erróneamente que las vacunas eran "seguras y eficaces", al mismo tiempo que negaban a las personas el derecho a un consentimiento informado adecuado, en un proceso complejo de coerción y engaño.

La vacuna de AstraZeneca fue adquirida en agosto de 2020 por los Estados miembros de la UE en grandes cantidades, bajo la condición de que los países indemnizaran al fabricante por cualquier responsabilidad. "Con el fin de compensar estos riesgos elevados asumidos por los fabricantes, los acuerdos de compra anticipada prevén que los Estados miembros indemnicen al fabricante por las responsabilidades contraídas en determinadas condiciones...".

A pesar de la existencia de contratos corruptos, miles de personas que han sufrido lesiones debido a las vacunas han presentado reclamaciones ante los sistemas de compensación establecidos por sus gobiernos para este tipo de casos. Creado hace décadas, estos sistemas estaban destinados a compensar las lesiones derivadas de las vacunas tradicionales. Aunque no responsabilizan directamente a los fabricantes de vacunas, permiten el reconocimiento y la compensación en algunos casos de lesiones. Sin embargo, la gran mayoría de las reclamaciones son rechazadas por estos sistemas gubernamentales.

El 98% de las reclamaciones por lesiones ocasionadas por vacunas no reciben compensación del Plan de Pago por Daños por Vacunas (VDPS) en el Reino Unido, ya que se argumenta que las personas afectadas "no están lo suficientemente discapacitadas". Este sistema fue establecido en 1979 con el objetivo de indemnizar a quienes sufrieron daños debido a las vacunas tradicionales.