En el suroeste de México, una pirámide de ladrillo con 1.100 años de historia ha colapsado a causa de intensas lluvias. Los descendientes de la comunidad indígena que erigió esta estructura ven en el derrumbe un presagio de fatalidad inminente.
Los poderosos símbolos del rico patrimonio cultural de México son las antiguas pirámides. No obstante, el desafortunado colapso de partes de las pirámides de Ihuatzio, ubicadas en el estado de Michoacán en el suroeste del país, fue provocado por las intensas lluvias del 30 de julio.
Datando de aproximadamente el año 900 d.C., estas pirámides fueron en su momento el núcleo del reino purépecha, ubicado cerca del lago de Pátzcuaro. Posteriormente a la desaparición de este reino, los aztecas ocuparon el lugar, seguido por los remanentes del pueblo purépecha hasta la llegada de los españoles. (Relacionado: Nuevos hallazgos de una cueva en México sugieren que los humanos poblaron América del Norte antes de lo que se conoce actualmente, reescribiendo a los primeros pobladores prehistóricos).
Rápidamente, expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fueron enviados por el gobierno mexicano para evaluar la situación tras los daños. La investigación que realizaron mostró que había daños significativos en el lado sur de una de las pirámides.
Una sección de la pirámide, erosionada por la lluvia, aparece en las fotos del lugar y pone en riesgo la integridad del resto de esta antigua edificación. Para la tribu purépecha, esta pérdida resulta especialmente dolorosa, ya que estas pirámides representan símbolos sagrados de las creencias y la artesanía de sus ancestros.