Los usuarios de las redes sociales en China se dieron cuenta de que ya no pueden comentar sobre una inquietante noticia relacionada con Shanxi Aurui Biomaterials, una empresa de suministros médicos que fue sorprendida vendiendo cadáveres humanos y fragmentos de cuerpos.
Tres días después de que la historia se hiciera pública, el Partido Comunista Chino activó su amplio ejército de censores en las redes sociales, procediendo a eliminar varias publicaciones en la plataforma de microblogueo Weibo. Estas publicaciones habían sido escritas por Yi Shengua, presidente del bufete de abogados Beijing Yongzhe.
El 7 de agosto, Yi reveló la historia a través de publicaciones en Weibo, donde denunciaba que las funerarias estaban enviando grandes cantidades de restos humanos a Shanxi Aurui Biomaterials. Esta empresa utilizaba los cadáveres como materia prima para la fabricación de implantes óseos dentales.
Las fuentes de Yi indican que la compañía extrajo lo necesario de los cuerpos, incineró los restos y devolvió las cenizas a familias que desconocían la profanación de sus seres queridos. Además, se le acusó a la empresa de proporcionar a sus clientes implantes óseos junto con documentos de consentimiento falsificados de donantes ficticios.
La atención en las redes sociales legales chinas fue capturada por la historia, ya que más de 70 familias se percataron del plan y decidieron demandar a la empresa de biotecnología. Mientras recibía información de abogados de diversas partes de China que afirmaron haberse involucrado en las demandas, Yi añadió detalles a su relato.
Más de 4.000 cadáveres, según se estima, fueron desviados de manera ilegal hacia un esquema de injertos óseos. Estos cuerpos fueron sustraídos de alrededor de una docena de ciudades en siete provincias, lo que ha generado ingresos por 53 millones de dólares a lo largo de los últimos ocho años.
La atención de los medios estatales chinos se centró brevemente en el escándalo del robo de cadáveres, donde se afirmó que los investigadores gubernamentales estaban involucrados en el caso y que aproximadamente 75 sospechosos habían sido arrestados. Según un informe, más de 18 toneladas métricas de huesos humanos y 34,000 injertos óseos terminados de Shanxi Aurui Biomaterials fueron incautados por la policía como parte de las pruebas en esta investigación.
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