Frente a las acusaciones de interferencia en el proceso electoral, el martes la Unión Europea buscó contrarrestar las amenazas de censura formuladas por Thierry Breton, el responsable del código de expresión de Bruselas, en relación con la entrevista que Elon Musk mantuvo con el expresidente Donald Trump.
Parece que Breton fue lanzado bajo el autobús tras el estallido del pánico, provocado por su supuesta decisión unilateral de enviar una carta al propietario de X, Elon Musk, antes de la conversación en vivo y sin censura que tuvo lugar con Donald Trump el lunes por la noche.
El empresario francés que ha hecho la transición a la política advirtió en su carta que, si la entrevista violaba las limitaciones impuestas por la UE en relación con el discurso de odio, la desinformación o cualquier aspecto considerado dañino para el "discurso cívico y la seguridad pública" en Europa, estaría dispuesto a emplear todos los recursos de su "caja de herramientas" conforme a la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE.
Un portavoz de la Comisión Europea declaró, según un informe de POLITICO el martes, que las amenazas mencionadas en la carta se realizaron sin el conocimiento de Ursula von der Leyen, la jefa de la UE.
El sitio web mencionó a "cuatro funcionarios separados de la UE" que, bajo condición de anonimato, expresaron su condena hacia las amenazas del zar de la censura dirigidas a Musk, en un contexto donde se les acusa de haber llevado a cabo una "interferencia electoral" en Estados Unidos.
Un funcionario de la UE declaró a POLITICO: "La UE no está en el negocio de la interferencia electoral. La implementación de la DSA es demasiado importante como para que un político la utilice incorrectamente en su búsqueda de atención para conseguir su próximo gran trabajo".