Los planes para implementar pruebas de detectores de mentiras, basadas en tecnología de inteligencia artificial (IA), están siendo evaluados por los eurócratas no electos como un requisito para los viajeros extranjeros que deseen ingresar a la Unión Europea (UE).
Antes de que se les permita la entrada, las autoridades interrogarán a los viajeros que provienen de fuera de la UE en los aeropuertos y puertos de transbordadores. Para detectar si una persona está mintiendo, el sistema empleará cámaras con software de inteligencia artificial basado en aprendizaje automático.
Conforme los viajeros finalicen sus solicitudes de entrada, se llevará a cabo un análisis de sus movimientos oculares, faciales y comportamentales.
Cuando la cámara detecta que el viajero no está diciendo la verdad, una alerta será enviada a un oficial de inmigración para que realice una investigación. En ensayos llevados a cabo por naciones de la UE en los últimos años, esta tecnología ha demostrado ser efectiva. Dos de esos ensayos, iBorderCtrl y TRESPASS, se centraron en el desarrollo de un sistema automatizado para el control fronterizo.
Se llevaron a cabo diversas pruebas, entre las cuales se incluyeron las innovadoras evaluaciones de detectores de mentiras basadas en inteligencia artificial. Además, se examinó una función que permite al software de IA analizar las cuentas de redes sociales de los viajeros antes de otorgarles el acceso.